Hacia la democratización del acceso de la función pública

La Escuela Ciudadana de la Administración Pública (ECAP) celebró el jueves 27 de noviembre de 2025 el acto oficial de presentación de la organización, en un evento centrado en debatir cómo puede democratizarse el acceso a la función pública.

Nos presentamos en sociedad. Con una mezcla de euforia e incredulidad por la buena acogida, un grupo de funcionarias y funcionarios arrancamos un camino, con la convicción de transformar la administración pública de nuestro país. Una administración que se parezca más a la ciudadanía a la que sirve y crea en sí misma para afrontar los retos del futuro.

Estamos aquí. Y esto solo acaba de empezar

El encuentro reunió en Espacio Ecooo a más de un centenar de asistentes y contó con un debate central en el que participaron Eva Belmonte, codirectora de Civio; Carmen Román, exconsejera de Función Pública ante la UE; y Jorge Crespo, profesor de Ciencia Política y de la Administración en la UCM.

Una presentación centrada en las barreras de acceso

La apertura del acto, dirigida por Ernesto Castellano, presidente y socio fundador de ECAP, sirvió para explicar la misión de ECAP: reducir las desigualdades que condicionan quién puede acceder al empleo público. En su intervención, Castellano recordó que “ser servidor público es un privilegio, no por sus condiciones formales, sino porque implica poner tiempo y conocimiento al servicio del bien común”.

Así, identificó tres grandes barreras que limitan el acceso igualitario a la Administración:

• La barrera económica, vinculada al coste de preparar oposiciones y a la incertidumbre prolongada de los procesos.

• La barrera sociocultural, que afecta a quienes no cuentan con referentes o no se proyectan en la función pública.

• La barrera territorial, reflejada en la concentración geográfica de aspirantes y personas aprobadas, como evidencian los datos: el 51% de quienes se inscriben en la oposición al Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado, al que pertenece Castellano, reside en la Comunidad de Madrid.

ECAP presentó también su respuesta ante estas barreras: una academia gratuita que ofrece temarios, banco de preguntas, casos prácticos, tutorías y clases para, actualmente más de 4.000 personas, además de labores de divulgación en institutos, centros de FP, universidades y colectivos infrarrepresentados. Para los miembros de ECAP, su propósito no es solo formar, sino multiplicar vocaciones de servicio público allí donde estas no surgen por falta de referentes o información.

Un debate sobre igualdad, equidad y modernización

En la mesa de debate que siguió a la presentación de ECAP, las ponentes coincidieron en que la igualdad formal no garantiza la igualdad real en el acceso a la función pública.

Carmen Román destacó la persistencia de obstáculos territoriales y socioculturales y señaló que “el futuro del país depende de contar con los mejores perfiles, y para ello la Administración debe ser diversa”. Reclamó avanzar hacia modelos de selección por competencias —razonamiento, trabajo en equipo, toma de decisiones— y hacia carreras profesionales que superen lógicas corporativas y recorridos poco realistas.

Jorge Crespo defendió una reinterpretación del principio de igualdad desde la equidad, pues “las desigualdades se producen en origen”. Subrayó la necesidad de abrir los procesos de información —“no basta con publicar en el BOE”— y alertó del sesgo estructural que vincula la alta función pública con élites económicas y sociales, lo que condiciona cómo se diseñan e implementan las políticas públicas.

Por su parte, Eva Belmonte apuntó que los sesgos en el acceso se trasladan a las políticas: desde ayudas diseñadas sin tener en cuenta la realidad de los colectivos vulnerables hasta lenguajes administrativos que actúan como barrera. Recalcó que iniciativas como ECAP no son “solo bonitas, sino efectivas”, y que avanzar en diversidad es una cuestión de justicia social y de calidad democrática.

La voz de las personas opositoras

La moderadora del debate y vocal de la Junta Directiva de ECAP, Valentina García, presentó datos relativos a una encuesta que se ha realizado al alumnado de ECAP, que reflejan la percepción de quienes opositan sobre los procesos de acceso a la función pública.

Cuando se habla de la función pública se suele pedir opinión a expertos, a academia, a la sociedad civil organizada, se suele mirar hacia la administración y pedir cuentas a ella. ¿Pero dónde está la opinión de las personas que opositan? ¿Qué problemáticas sufren, qué reformas consideran prioritarias? Por eso, decidimos preguntar a nuestra comunidad opositora, lanzamos un cuestionario y recibimos más de 900 respuestas. ¿Qué significa esto? Lo primero, que tenemos una comunidad viva que cada día nos recuerda porqué estamos haciendo lo que hacemos. Lo siguiente, que les debíamos un espacio en este evento.

Los datos revelan que el 40% no percibe igualdad de condiciones en los procesos selectivos. Las barreras más señaladas son el poder adquisitivo (76,7%), el lugar de residencia (75%) y las responsabilidades familiares (87,6%). Además, la valoración del apoyo institucional apenas alcanza un 1,7 sobre 5, y la incertidumbre de los plazos genera una confianza global de 2,71.

Entre las demandas más compartidas figuran la publicación de temarios oficiales (83,3%), las convocatorias más frecuentes y regulares (76%), y pruebas más competenciales y menos memorísticas.

Mirando al futuro

Como conclusión, las ponentes coincidieron en que el gran reto es situar la modernización del empleo público en el centro de la agenda política y social, con visión a largo plazo y colaboración interadministrativa. La ciudadanía —afirmaron— debe entender que mejorar los sistemas de acceso y promoción es esencial para contar con instituciones más eficaces, inclusivas y representativas.

El acto se cerró con un reconocimiento al equipo y al voluntariado de ECAP, “una comunidad que ha convertido una idea necesaria en una herramienta de justicia social”.

Estamos aquí. Y esto solo acaba de empezar. Acompañadnos.